lunes, 8 de abril de 2013

Abuelo







Abuelo, me llevas al zoo?
Te he dicho mil veces que no me llames así. Soy tu tutor senior de adiestramiento. Y no es un zoo, es una bio-reserva de análisis de conducta. Ya deberías saberlo. ¡Hace dos semanas que te instalaron el software pre-adolescente 2.0!
BX-512 asiente dócil, pero configura una mirada suplicante con un 12% de terquedad y leve expresión traviesa que hace suspirar al anciano. Este, resignado, coge la mano de su nieto-ciborg de 3ª generación con sólo un 25% de ADN humano, y  juntos se encaminan al “zoo” bajo un cielo inoxidable.  
Cuando llegan, el sol rezuma unas últimas llamaradas desvaídas antes de que el firmamento se plague de estrellas borrosas. Luciérnagas que persisten sobre la atmósfera contaminada. BX-512, con la nariz pegada al cristal polarizado, observa curioso. Al otro lado, ajena a todo, una hembra 100% humana amamanta un bebé bajo una higuera. Más allá, una joven pareja copula tras unos arbustos, entregada a un frenesí salvaje.
¿Qué hacen, abuelo?
El viejo calla. Un fluido salado y caliente desborda su lagrimal y repta lentamente rostro abajo.
No lo sé. Ya no lo recuerdo.
Sobre ellos, la Estrella Polar titila, quizá por última vez, indecisa.








2 comentarios:

Alfonso González dijo...

Excelente relato futurista, bastante pesimista con esos seres humanos enjaulados como animales. Me gusta la atmósfera sobrecogedora y esas inconfundibles gotitas de humor lavadiano. Resumiendo, 100% de calidad.

La lengua salvada dijo...

Me ha gustado lo del % de terquedad. Te ha quedado un relato muy chulo.

Saludos desde Berlín