jueves, 31 de octubre de 2013

Enamorados


 Hacia el crepúsculo es fácil encontrarnos encendidos de deseo, rodando colina abajo en un amasijo de huesos pálidos. Ya a la sombra lunar de los cipreses, encajamos las caderas con estrépito y alborotamos, crujientes y sonrientes, a los ingrávidos murciélagos. Nuestras risas agitan el sueño de los vecinos, que se remueven indignados. Pero nada resulta tan placentero como cobijarnos tras el pedestal del ángel doliente, quien no puede evitar un leve temblor ¿puede sentir envidia el mármol?─ justo en el momento del clímax, y levantar una difusa aura de polvo de nieve. Ya satisfechos, nos complacemos en las grietas provocadas en los mausoleos y reímos imaginando el terror de los aldeanos, que cada noche sienten con pavor nuestro seísmo, sin sospechar de nuestra cita diaria de medianoche, sin recordar cuánto odiaban nuestro amor de hombres. Ignoran que, a pesar de ellos, surcamos esta noche eterna abrazados. Ahora, acurrucados el uno junto al otro, dormitaremos exhaustos mientras el aire gélido se cuela por nuestras cuencas vacías, serpentea entre nuestros dientes y sale por el orificio del calibre 38 que adorna nuestros parietales, produciendo un curioso silbido.


Este relato, tan apropiado para un día como hoy, es mi aportación al mes de octubre de Esta Noche Te Cuento, con el tema de "Cita con la muerte". También podéis leerlo en ese mágico rincón pinchando cuidadosamente aquí. 

6 comentarios:

Pedro Sánchez Negreira dijo...

¡Un micro soberbio, Jes! Aplaudo como abordas y como solucionas un tema que se puede presentar árido, con un pulso narrativo excelente.

Suerte en el concurso. Este micro no debería pasar desapercibido.

Un abrazo,

Jes Lavado dijo...

Gracias por tan amables palabras, Pedro. Y respecto a la suerte, no la necesito porque este micro está fuera de concurso. Sólo puede salir mencionado. Pero echaba de menos participar en la convocatoria mensual.
Un abrazo volador de Málaga a A Coruña.

Alfonso González dijo...

Espléndido de principio de fin (¡qué final, coño!). A la vez duro y poético (se me ha grabado lo de "la sombra lunar de los cipreses").

En serio, digno de figurar en cualquier antología (seria, buena) de micros en lengua española.

Mi enhorabuena y mi admiración!!

Jes Lavado dijo...

Gracias, Alfonso. Qué exagerado eres, hijo mío.
Un abrazo.

Alfonso González dijo...

De exagerado, nada. La verdad pura y dura. ¡Pero si hasta tiene reminiscencias quevedescas! (recuérdese el soneto "Amor constante más allá de la muerte").

Otro abrazo.

Unknown dijo...

Compañer@ enteciano
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