Es hora
de recuperar la razón original por la que nació este blog: hablar de series.
Cierto es que en los últimos meses no he escrito entradas sobre ficciones
televisivas (otro tipo de ficciones han copado mi atención), lo que no quiere
decir que no haya visto series. Todo lo contrario. Mi apetito se ha vuelto aún
más voraz si cabe, y engullo varios capítulos de producciones de diversa índole
a diario. Pero una cosa es verlas, y otra, escribir sobre ellas. La pereza y la
falta de tiempo (y el hecho de que existen decenas de comentaristas mucho más
agudos que yo con magníficos blogs sobre la materia) me han ido disuadiendo de hacer reseñas sobre
las series que veía.
Bien,
pues rompo esta racha para escribir (y recomendar encarecidamente) sobre una pequeña delicia llamada “A young doctor´s
notebook”, la cual he visto recientemente. Se trata de una miniserie británica
de sólo 4 episodios de 23 minutos de duración cada uno, protagonizada por Jon Hamm (el carismático Don
Draper de Mad Men) y Daniel Radcliffe (eternamente recordado como Harry
Potter). La serie es del canal británico Sky Arts y está basada en
los relatos cortos del escritor ruso Mijaíl Bulgákov (1891-1940). El protagonista,
Vladimir Bomgard, es un médico en la Rusia de 1939, cuya adicción a la morfina
le ha convertido en una ruina. Jon Hamm
interpreta al Vladimir adulto y consumido, mientras Daniel Radcliffe da vida al
Vladimir joven (y lo hace de forma portentosa, con una vis cómica desternillante
y dándole una excelente réplica a Jon Hamm), recién salido de la facultad de
medicina y destinado a ejercer en el rincón más inhóspito y olvidado
de Rusia, allá por 1917. Su completa
inexperiencia, el clima infernal y el total aislamiento le situarán al borde de
la locura. Lo original de la historia de Bulgákov reside en el diálogo que se establece
entre el Vladimir adulto y el joven. El drogadicto Dr. Bomgard de 1939 entabla
conversaciones con el joven, comparte su habitación, le orienta en el tratamiento
de sus pacientes e intenta disuadir al su alter
ego joven de que se inicie en el consumo de morfina. El espectador puede, en
un principio, quedar extrañado de que el joven doctor acepte con toda
naturalidad las apariciones de su “yo” adulto, ría e incluso pelee con él, pero
todo queda explicado cuando entendemos que lo que presenciamos no son ni más ni
menos que las alucinaciones del Vladimir Bomgard adulto quien, trastornado por la droga
y el síndrome de abstinencia, relee los viejos diarios que escribió en
1917, siendo apenas un jovenzuelo. Repasa su vida y lo que le llevó a su
adicción, y crea una relación imaginaria en la que trata de evitar que el joven
doctorcillo cometa los mismos errores que él.
¿Por qué
hay que ver esta serie? Porque es una comedia negra con toneladas de diversión
aseguradas, la química entre Hamm y Radcliffe es brutal, hay mucho “gore”,
mucha sangre y mucho humor negrísimo. Porque cuenta con unos
personajes secundarios absurdos, grotescos y absolutamente geniales. Porque las
interpretaciones de Hamm y, sobre todo de Radcliffe son sobresalientes y porque
está excelentemente narrada y ambientada. Además, al ser tan cortita, no os llevará
mucho tiempo. Así qué, sinceramente, no sé a qué estáis esperando.
2 comentarios:
Tomo nota. Intentaré verla; aunque antes he de localizarla de algún modo. :)
Un abrazo,
Acabo de terminarla y no me ha decepcionado en absoluto. Es divertida, grotesca, original... Los dos protagonistas, con su enorme interpretación, consiguen que olvidemos a Harry Potter y a Don Draper.
Gracias por tan acertada recomendación. ¡Un 10!
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