El embrión levita feliz en el líquido amniótico, suavemente mecido por
el balanceo materno. En la siguiente división celular se determinará si dará lugar
a un criatura humana o a otra cosa. El diminuto feto lo intuye y detiene su
vaivén, expectante. Pasado el momento crítico, se reanudan las lentas
clonaciones. Empiezan a formarse duras escamas. Garras de tres dedos. Un único
globo ocular toma posesión de la frente y dos alas membranosas comienzan a
abultar bajo los omóplatos. La madre (triste pedigüeña a las puertas de la
catedral), se acaricia el vientre con ternura. Y como todas las madres, reza en
silencio para que su bebé nazca sano y bien formado. Para que no se parezca a
ella. Ni al padre François. Para que sea tan poderoso y terrorífico como su pétreo amante
de las cornisas. Y herede su color de ojo.
Relato finalista del concurso de microrrelatos organizado por lamicrobiblioteca en la convocatoria del mes de abril de 2013. Pinchando aquí podéis leer, junto al mío, los otros cuatro relatos finalistas de Miriam Martínez Ramírez, Elena Casero Viana, Migualángel Flores y Fran Rubio Consuegra.
7 comentarios:
Me gustan tus micros, si te apetece compartirlos échale una ojeada a ésto.
http://280ypunto.blogspot.com.es/
un saludo. marga.
Hola, Jes. Este micro lo había leído en La Microbiblioteca y me pareció entonces, y me parece aún más ahora, muy bueno. Me alegra que al final de esta segunda temporada microbibliotequera compartamos antología. La primera, si no me equivoco.
Saludos cordiales
PD. También me encantó el micro que presentaste este mes en ENTC.
Gracias, Gabriel. Yo también estoy encantada de compartir libro contigo. También compartiremos el del tercer certamen ENTC, tú ganaste en febrero y yo en enero. Así que doble placer.
Un abrazo.
Interesantísimo micro, no me extraña que haya quedado finalista.
Felicidades.
Muchas gracias, Asun. Bienvenida a mi rincón.
Muy bueno, Jes. Con una gran imaginación, como todo lo que sale de tu pluma. Un relato sorprendente y magnífico. Lo que viene a confirmar que, para mi gusto, perteneces ya por derecho propio al selecto grupo de "los buenos" de la microliteratura.
Un abrazo.
Alfonso, gracias por tus halagadoras (aunque exageradas) palabras. "Los buenos", una de mis canciones preferidas de Vetusta, sin duda. Adoro canturrearla mientras fabrico nieve púrpura en las tórridas tardes de verano.
Un saludo.
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